top of page

Mi primer Copa del Sur

  • Jesus Vidal Rojas
  • 17 ene 2017
  • 8 Min. de lectura

Desde que entré al equipo Santiago Snidgets, me platicaron de la Copa del Sur. En los entrenamientos se podía ver el ansia de ganar dicha copa con historias pasadas del 2015 que encendían una llama en cada uno de los jugadores, pero al ser nuevo, no podía tener un referente de lo que iba a ocurrir los días sábados 16 y domingo 17 de diciembre de este año.

Luego de una travesía para cruzar la cordillera, llegó el gran día. La mitad del equipo ya estaba en el Club Ducilo, mientras que el resto nos acercabamos al recinto en compañía del equipo Night Birds.


Al llegar y reunirnos todos, visualizamos la cancha, mientras el nerviosismo aparecía en cada uno de nosotros, además de ser azotados con un calor que posiblemente nos dificultaria la tarea.


Se dieron inicio a los partidos y mientras nos colocabamos las camisetas, se realizaba el primer partido: Scarlet Fireball vs Cumulus Nimbus. Un partido reñido, se sentía la efervescencia del torneo. Punto tras punto iba emocionándose el público, incluyendonos en el deleite de aquella escena. Con la captura de la snitch, se dio la victoria a los Scarlet Fireball por 140* a 90.


Mientras buscábamos a nuestros capitanes, Cristian Baeza y Rodrigo Ortiz, pensábamos en la formación y la estrategia que debíamos adoptar como equipo. Luego de reunirnos, se tomó la decisión de empezar con una formación no habitual y probar la química que teníamos y que logramos conseguir durante el año de entrenamiento. Sabíamos que nuestro punto débil era el número de mujeres en nuestro equipo, pero no le quitó motivación a las chicas que querían dar todo, incluso en el primer partido.


Con un comienzo sorprendente, nos dimos cuenta que con nuestra unidad podríamos lograr ganar, confiando en el grupo tanto para los cambios como para lo que sucedía dentro del campo. El equipo en contra eran los Deathly Dragons, equipo en desventaja, ya que no se encontraban sus titulares, y había miembros de otros equipos entre sus filas. Se vio la diferencia en el marcador, ya que la falta de coordinación les jugó una mala pasada, no obstante, obtuvieron la snitch demostrando que eran un equipo de temer a futuro. El marcador quedó 170-70*. Nos sentíamos felices, pero había algo que nos hacía guardar cierta cautela.



Con un merecido descanso, se compartió con los equipos. Algunos de nosotros, con los Cumulus Nimbus. Con risas y un ambiente distendido, se disfrutó el momento a pesar de que en un par de minutos más tarde íbamos a estar frente a frente en la competencia. Al finalizar aquel momento, volvimos a la cancha para continuar la competencia, esta vez, era el turno de los Night Birds vs Scarlet Fireball. Personalmente, me encontraba en una posición difícil, ya que ambos equipos fueron los primeros con los que tuve contacto, por lo que se me hizo complicado saber a quién animar.


El partido comenzó y se vislumbro en los Nights Birds la misma disyuntiva que en los Deathly Dragons, pero a medida que avanzaba el partido se podían ver grandes elementos entre sus filas, sorteando problemas técnicos pequeños que, con mayor cooperación, serían letales para sus contrincantes. Por su parte, los Scarlet demostraron un poderío enorme frente al balón, ganando con gran diferencia 110* a 40.


En nuestro segundo partido contra los Cumulus Nimbus, se usó la misma formación. Había algo de motivación enorme por dar lo mejor contra nuestros contrincante que tan buen momento nos habían dado a la hora de la comida.



Entre sus filas, se hallaban chicos con una motivación de acero que dieron de todo hasta el último momento. Nosotros no queríamos ser menos y dejamos todo, ganando el encuentro con marcador de 160* a 40.


En el siguiente encuentro, Deathly Dragons vs Night Birds, vino a mi cabeza lo dicho anteriormente: grandes oponentes que se enfrentaban a pesar de sus dificultades. Lo parejo del partido puso al descubierto la gran motivación para ganar de los dos equipos. La sorpresa de la delantera de los Night Birds por unos minutos, dio a entender que había algo en ellos que querían demostrar, una fortaleza intrínseca del pasado, mientras que los Deathly no querían rendirse. Con un tanto de diferencia, lograron atrapar la snitch y ganar el partido, sacando la garra Rosarina y terminando el partido con 110* a 80.


Desde antes de llegar a Argentina, me hablaron mucho de los Scarlet Fireball y su fortaleza como equipo. Había una deuda que tenía nuestro equipo con ello, por lo que el fuego de la competencia ardía en muchos de los antiguos miembros del equipo. El cariño que se le tenía a ese equipo, pedía a gritos a los miembros veteranos de los Santiago Snidgets que dieran su mayor esfuerzo. Al ser nuevo en esta competencia, sólo podía contagiarme con aquellos ánimos, pero no podía dejar de sentirme apartado de una competencia del pasado.


Al momento de iniciar la contienda, se vio la ferocidad de mis compañeros al querer ganar anotando punto tras punto, saldando una deuda del año 2015. Los Scarlet con fuerza no querían ser menos y con la velocidad de sus cazadores y su gran buscador daban pelea. Al salir la Snitch, nosotros teníamos solo una diferencia de goles considerable, pero temíamos por su contra, por lo que nuestro buscador debía atrapar la snitch lo más rápido posible. No obstante, para nuestra sorpresa, los Scarlet lograron atrapar la snitch terminando el partido a nuestro favor 110 a 90*.


Mientras celebrabamos, se daba el último encuentro del día entre los Deathly Dragons y Cumulus Nimbus. Los dos equipos no querían retirarse sin una victoria, teniendo la ventaja primero los Deathly, pero siendo superados posteriormente por los Cumulus. A pesar de ser el último partido del día, se notaba una fuerza implacable por ambos equipos, al punto de llevar al partido a un empate al ser atrapada la snitch.


El alargue, un tiempo extra, venía a decidir el ganador de este encuentro, mientras el resto de los equipos nos deleitamos con la dedicación de ambos en la cancha. Al atrapar la snitch, los Cumulus consiguieron la victoria con un 130* sobre 100.


Luego de terminada la jornada, cada equipo se retiró a reponer fuerzas para los siguientes partidos del día domingo. Mientras transcurría la noche, salieron a relucir las lesiones de muchos de los Santiago Snidgets, más la motivación por ganar la copa pudo más.



El día domingo, lamentablemente el transporte nos jugó una mala pasada, no solo a nosotros, sino también a los Night Birds, encontrándonos nuevamente en nuestro trayecto. El clima era distinto y se sentía. Se esperaba lluvia, por lo que se debía iniciar los partidos lo antes posible.


Al llegar los dos equipos, nos preparamos para medir fuerzas. Los Night Birds ya más despiertos en sus capacidades, fueron a un ataque más sólido que dejó a los Snidgets descolocados, habiendo un cambio incluso en su actitud del día anterior. Antes de comenzar el juego decidieron jugar para disfrutar la contienda, pero a medida que los Night avanzaban, se cambió de estrategia a la opción competitiva. Se ganó de forma bastante ajustada, los Night a pesar de la derrota quedaron felices por haber dado la pelea. El marcador quedó 40- 80* tras atrapar la snitch.


Mientras esperábamos la ansiada final, seguían dos partidos de la fase de grupo. Los Deathly Dragons se enfrentaron a los Scarlet Fireball en una contienda bastante desigual, ya que a los rosarinos les faltaba jugadores, siendo 5 los que se enfrentaron a los Scarlet. Los Deathly no querían tirar la toalla sin haber jugado y a pesar de haber una gran diferencia, siguieron anotando los mejores puntos de toda la copa realizados por el número 24. Este equipo quiso mostrar lo que importaba en el deporte, es decir, seguir adelante a pesar de las barreras, cosa que nos motivó más adelante. Los tantos quedaron 200* a 50, con captura de Snitch por los Scarlet.


Y he aquí la dificultad más grande: la lluvia se presentó de forma temperamental con mucha fuerza, adelantando la hora de almuerzo, con la esperanza de que se tranquilizará.


Con el avance de las horas, se decidió adelantar la final, el clima al parecer lo quería. Estaba en la decisión de los equipos finalistas. Scarlet Fireball no querían dar por perdida esta copa, por lo que aceptaron sin pensarlo enfrentarse a los Santiago Snidgets. Los Snidgets, por su parte, estaban divididos. Las lesiones, el clima y la posibilidad de un accidente estaban inminentes, por lo que uno de nuestros capitanes, Rodrigo Ortiz, estaba reacio a jugar.



Los otros equipos mostraron una valentía única de la cual nosotros no podíamos ser menos. Un video de apoyo de los chicos de Santiago, una llama en cada uno de nosotros, hicieron que, a pesar de todo, decidamos jugar la final.


Se inició el partido, con la agrupación más potente que se podía, pero los Scarlet no querían dejar ir la oportunidad de ganar la copa. En este partido, no había diferencia de puntos, cada vez que uno de los equipos anotaba un punto, el otro arremetía con fuerza, por lo que la esperanza estaba en la Snitch.


La Snitch salió y toda nuestra esperanza estaba en Karl Hahn. Con fuerza, se arrojó al piso, todo para darle la victoria al equipo, no obstante Matias Puszczyk no iba a dejar que eso ocurriera. Luego de pedir un tiempo, hubo un cambio. Cristian Baeza entró como buscador, dejándome como golpeador. La instrucción era clara: no dejar al buscador en ningún momento, mientras nuestro capitán intentaba atrapar la snitch.


Cristian se arrojó al piso reiteradas veces para atrapar la ansiada snitch, mientras Rodrigo y yo intentábamos evitar que Matías se acercara. Al tiempo que luchaba por mantener la bludger en mi poder podía sentir la presión, y seguían los puntos. Cristian atrapó la snitch, pero fue quemado por una de las golpeadoras de los Scarlet y se siguió el partido. Los snidgets anotaron un nuevo punto y si la snitch era atrapada, ganabamos por una diferencia de un punto, era nuestra oportunidad. Recordé las palabras de nuestro capitán “yo sé lo que son capaces de hacer”, por lo que todo estaba en nosotros. Matias se acerca a la snitch e intento quemarlo, fallando al resbalarse la bludger, pero Rodrigo estaba una vez más ayudándome, logrando quemarlo y en ese minuto se escucha, Cristian atrapo la Snitch. Los Scarlet estaban a unos pocos centímetros de dar otro punto. Los arbitros discuten y dan la victoria al equipo chileno. Las lágrimas caían de los dos equipos, mientras nos abrazábamos, el sol apareció. Santiago Snidgets ganó a los Scarlet Fireball con un tanto de 80* a 70.


Me sentí triste por fallar mi última jugada, pero la alegría de mi equipo me contagió. Se decide terminar el campeonato, por lo que no hubo enfrentamiento entre Cumulus y Night.


Con el intercambio de las camiseta, nace una nueva esperanza del futuro y los sentimientos de fraternidad. La siguiente copa como una forma de mejorar.


Compartir con los otros equipos fuera de la cancha, con una amabilidad nunca antes vista, fue un grato momento. Los equipos en los dos días de celebración fueron amables, respetuosos y por sobretodo buenos competidores. Mejorar es mi meta, todo los sacrificios que dieron los competidores argentinos y los colegas de mi equipo encendieron la llama para continuar mi camino en este deporte que tantas alegrías me ha dado.


El futuro que quiero plasmar en mi país gracias a la motivación que se ganó en Argentina, es uno donde se pueda crecer como Federación chilena, al igual que nuestros nuevos amigos cerca del Río de La Plata.


Fue una semana inolvidable que espero se repita en Santiago…


Jesús Vidal Rojas

Cazador y golpeador de Santiago Snidgets

Comments


Siguenos
  • Facebook icono social
  • Icono social de YouTube
  • Black Google+ Icon
Recientes

© 2023 by Glorify. Proudly created with Wix.com

bottom of page